viernes, 8 de marzo de 2013

Ovario en el tiempo

¿Estás en ese cuerpo, en este mío o ya te fuiste? Nunca pude sentirte. Te echaron tan pronto. Sin crear nada nuevo. Te fuiste dejando el mismo cuerpo, golpeado y marcado. Lo que no cambia te hace ser distinta, escriben. Lo miro y ya no es mío. Ayer, apareció el ovario perdido. Me dijo mil veces que se lamentaba de haberse ido tan pronto sin crear. Le disculpo no haber sabido caminar junto al tiempo. Se lo disculpo porque esa es mi forma de llorar. Hoy me cuentan de la niña y se que sus pasos pisan otra tierra. Le mataron el tiempo. Su teta era negra, la mía blanca. Su cuerpo fue de ella. El mío ya no siente. M.